sábado, 6 de agosto de 2011
Al mono que toca los platillos en mi mente
Publicado por La dama detrás de la historia en 18:31 0 comentarios
Sentados frente a frente observo sus platillos: uno llamado Pánico, y el otro llamado Dolor.
Resuenan resuenan resuenan ..y mi mente se llena de sus caóticos ecos.
Inclino la cabeza hacia un lado, como siempre que siento curiosidad por algo, y me pregunto cómo dejé que aquel mono se instalara en mi cabeza y sus platillos se quedaran allí retumbando durante todo este tiempo.
¿Eran ellas?, ¿era yo? ¿quién había adoptado a aquel maldito animal que no me dejaba oír lo que mi mente me gritaba que plasmara en el papel?
A veces su música me sacaba de mí misma
Se sentía bien.
Pero llegué al extremo de perderme, y me hallé corriendo en un bosque demasiado oscuro y tenebroso
No quería caminar por sus senderos sin alguien de la mano.
¡Cállate maldito mono, deja de hacer sonar tus platillos!
Respiré profundo, tomé al mono con mis manos y lo arrojé por la ventana. Esa misma por la que había arrojado su nombre hace unas semanas.
Corrí fuera del bosque y de la música.
Y desperté en el andén en el que había estado durmiendo hacía tanto tiempo.
Resuenan resuenan resuenan ..y mi mente se llena de sus caóticos ecos.
Inclino la cabeza hacia un lado, como siempre que siento curiosidad por algo, y me pregunto cómo dejé que aquel mono se instalara en mi cabeza y sus platillos se quedaran allí retumbando durante todo este tiempo.
¿Eran ellas?, ¿era yo? ¿quién había adoptado a aquel maldito animal que no me dejaba oír lo que mi mente me gritaba que plasmara en el papel?
A veces su música me sacaba de mí misma
Se sentía bien.
Pero llegué al extremo de perderme, y me hallé corriendo en un bosque demasiado oscuro y tenebroso
No quería caminar por sus senderos sin alguien de la mano.
¡Cállate maldito mono, deja de hacer sonar tus platillos!
Respiré profundo, tomé al mono con mis manos y lo arrojé por la ventana. Esa misma por la que había arrojado su nombre hace unas semanas.
Y desperté en el andén en el que había estado durmiendo hacía tanto tiempo.
lunes, 1 de agosto de 2011
Ansiedad
Publicado por La dama detrás de la historia en 17:05 0 comentarios
Envuelta en un manto de silencio, frágil y pequeña te deslizas por la vida.
Como pluma encendida en llamas de indiferencia, los días se consumen y desgastan pensando en él.
Lloras creyendo que las lágrimas apagarán el incendio, que correrán como ríos susurrantes e incesantes hasta traerlo de regreso a tus brazos: llegará flotando en una barca de madera, atado de pies y manos y dispuesto a no fallarte esta vez.
Continúas llorando y comienza a oirse música: calmada, rítmica e infinitamente dulce. No pretende acallar tus sollozos, por el contrario, los musicaliza y te invita a llorar aún más.
Sujetas en tus manos aquel último pétalo de rosa, ése que puso en tus labios a manera de adiós definitivo, y aunque está seco no puedes dejar de pensar en él y en lo que fue, pero que para tu tristeza ya no será....
Escrito a las 8:05 del 25 de Julio.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)