lunes, 21 de marzo de 2011

Karma

Todos sin excepción te dan la espalda. Es consecuencia de lo que tú misma has causado, ¿pero eres humana no ? debería permitírsete cometer errores, así como todos los cometen . Recibir una segunda oportunidad........una tercera, una cuarta. No, esto es la vida real, no hay marcha atrás ni segundas oportunidades. Pones algo de azúcar en el café, escribes algo de tu historia, pero el vacío sigue ahí, latente como un cardenal que crece y crece, como si la daga que hubiera sido enterrada en tu pecho se hallara cargada de un veneno poderoso e incurable.
Miras a la Luna, te miras en el espejo y ya no te reconoces, ahora tu cabello es rojo como el fuego y tus ojos se pelean entre esmeraldas y zafiros ..... eres tú, pero el dolor ha despertado nuevas cosas y sentimientos, sabes muchas cosas y luchas por olvidar otras.
Los demás te dicen cosas que duelen, pero tú también has dicho cosas malas, es como si todo se devolviera, pero no en igual proporción como dicen muchos supersticiosos, sino con creces, como si la maldad de tus actos te fuera devuelta con infinitos intereses.
No queda de otra más que rebuscar en el baúl de los recuerdos, pensar en cuando todo era más simple y dejar que la cera caliente de la vela se derrita sobre el papel, como si el ardor de sus lágrimas permitiera que las palabras escritas anteriormente se hicieran invisibles a ojos de quienes deseen borrarlas.

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