jueves, 26 de abril de 2012

Cincoañeros.

La vida suele valerse de los más diversos elementos y medios para lograr que dos personas se conozcan y dejen huella en sus vidas mutuamente. Pues fue asi que hace cinco años el destino/ lo que sea se valió de una saga fresa, ridícula y patéticamente mal escrita para que dos personas ciertamente opuestas y desconocidas se volvieran los mejores amigos.

Ella era y siempre será una chica cursi. Rosa. Rola hasta la médula y jodidamente orgullosa de su INEXISTENTE ACENTO ROLO.Quería ser escritora. Él por su parte siempre fue ridículamente maduro para su edad ( cuando se conocieron ¿tendría qué? ¿14, 15 años?) y cambió de carrera el primer día de universidad ( que por cierto compartieron vía celular y él confundió el edificio 11 hahahahaha).

Lo gracioso del asunto es que inicialmente ella era una simple presidentucha de un club, y él era un fan más del club en su ciudad. Entre cosa y cosa las charlas cambiaron de rumbo y él se convirtió en un amigo y confidente para ella, así como ella aprendió a leer sus silencios y sus sarcasmos ( le costó hasta lo inverosímil pero cree haber mejorado) y juntos descubrieron que se complementaban, pero no como una pareja ( haberse cuadrado en facebook fue de las mejores bromas jamás hechas) sino como dos hermanos separados al nacer, ella sabe que puede contar con él no importa lo que pase, y nunca deja de pensar en su hermanito.

 Tras cuatro años de joder y comunicarse vía skype, msn, celular y "otras formas de espionaje no autorizadas por la mayoría de los dogmas religiosos" XD pudieron verse el 10 de noviembre de 2011 y marcharon/ casi se matan de pulmonía teniendo como testigo a la tan popular lluvia bogotana. Se dieron el abrazo que se venian prometiendo desde tiempos inmemorables, y con el tiempo el gato y el ángel supieron que no importan las distancias, las religiones e incluso los problemas y las cicatrices en las muñecas de él y en el corazón de ella, el lazo que los une sigue siendo de color rojo y se fortalece día tras día.

 Felices cinco años cincoañero, gracias por ser mi hermano, mi amigo, mi psiquiatra, tantas experiencias y anécdotas que guardo con todo el cariño del mundo en mi corazón, sé que estamos locos, sé que suelo ser desesperante, pero así me quieres y sabes ver en mí más allá de lo que muchas veces mi propia familia lo hace, sabes que cuentas conmigo para lo que sea, cuando sea y como sea, ¿quién quita? capaz que soy yo la que va de visita cuando menos te lo esperes. Love you, and blessed be.

Forever and Always.

Anne.

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