viernes, 23 de julio de 2010

Ya ni sé qué pensar



Odio estar nostálgica, a veces duele demasiado ver cómo las personas llegan a tu vida, hacen grandes aportes y luego sin decir ni "mu" se van para siempre o por periodos de tiempo que terminan siendo enfermizos para la salud mental de cualquiera. Quedan recuerdos, quedan anécdotas, quedan enseñanzas y memorias imborrables o tatuadas en la mente y el corazón.




No amo a nadie más allá de mis padres y los personajes de ciertos libros pero, aún así me apego demasiado fácil a las personas que de un modo u otro son "positivas" para mi vida, y el no poder gritarle al mundo lo mucho que duele perder a una de esas personas, es un dolor muy grande y agudo, aunque bue, si se mira desde una perspectiva menos "fatalista", podría decirse que éste es mi grito.




Las personas se supone que van y vuelven, pero cuando dejan de quererte de un día para otro duele demasiado, y odio pensar en los momentos, en los chistes, odio antecederme a los hechos, a una muerte que aún no ocurre ni que quiero que ocurra, es realmente triste , me duele tanto pensar en esa perspectiva que hiperventilo, me ahogo, es inevitable "hacerme bolita"




La ciencia ha presumido tanto de sus avances , y aún no logran una cura efectiva para el dolor afectivo en el corazón...........Menudo despilfarro




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