martes, 14 de septiembre de 2010

Ying y Yang


¡ Sorpréndeme! dije al reflejo del espejo en mi pared.





Lunes, 6am: mañana tranquila y helada como siempre.
Suspiré para mis adentros;conocía bastante buen la rutina:caminarás hacia el bosque ( llevando en la mano una taza de café ) , te sentarás en la misma banca de siemprew, suspirarás y tarearás la misma canción de siempre. Todo será como ayer y no presentará gran diferencia en relación a lo que te espera mañana.






Tu cabello antes era negro, ahora es rojizo; antes era bonito, ahora cuelga muerto entorno a tu rostro como una cortina cómplice de tu silencio. ¿Mejillas? rojas, como siempre.




Algo había cambiado solamente: la carta arrugada entre tus manos ya no estaba ahí, ahora descansaba en uno de los tantos basureros de ese parque.




"Te dejé ir, así como tú lo pediste"

1 comentarios:

Susana María dijo...

Acabo de leer esto Ali y me tropecé contigo "virtualmente". Aunque esa mañana aparenta el tedio de siempre, la rutina que nos consume y demás...ha cambiado en ti y en ella. La carta arrugada que anda errante por la inmensidad del parque quizás actúe como "poder sanador" para ser capaces de dejar ir a lo que más queremos y que no es fácil. En este mundo tan vertiginoso en dónde todo transcurre tan rápido y sin explicaciones que nos puedan ayudar, todo cambia...entre ellos las personas. SIN EMBARGO SIEMPRE HABRÁ UNA RAZÓN PODEROSA PARA CONTINUAR Y VARIAR LA RUTINA...ser felices...

:) PD: TE QUIERO.

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